La crisis del Registro Nacional de Personas Desaparecidas (RNPDNO).Cinco anomalías que socavan su utilidad diagnóstica y de monitoreo


Jorge Ramírez (*)

Presentación

 

El Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) se lanzó en 2019 como la solución al problema crónico de ausencia de información y dispersión de los registros de personas desaparecidas en México. Pensada como una plataforma nacional, se proyectó como el recurso tecnológico que permitiría:

1. Reunir en un solo sitio las denuncias en poder de las comisiones locales de búsqueda, las fiscalías generales de cada entidad federativa y las instancias federales homólogas. 

2. Denunciar de manera directa casos de desaparición que fueran del conocimiento de familiares de víctimas o de la ciudadanía en general.

3.Conocer, mediante una versión pública, las características y dinámica del problema de la desaparición en México. Aunque no se justifica que muchos datos no estén al alcance, lo publicado debería permitir que la sociedad mexicana cuente con información confiable para entender el problema y así poder combatirlo.

A 3 años de haberse creado, el RNPDNO muestra alarmantes señales de que no está cumpliendo con esas expectativas que acompañaron su lanzamiento. Una revisión de su contenido, aun somera y acotada a algunas variables, muestra anomalías serias que despiertan dudas sobre su confiabilidad.  EL RNPDNO está en crisis. Aunque mi afirmación puede parecer exagerada, el RNPDNO en su versión pública, al menos, es un instrumento inútil para la medición y monitoreo del problema de las desapariciones en México[i].

 

1.No incluye todos los casos denunciados a los organismos competentes.

 

El RNDPNO no contiene todos los casos que se han denunciado de desaparición en el país. En este sentido, la organización Elementa DDH ha documentado el caso de Baja California, cuyas denuncias de personas desaparecidas en posesión de las autoridades locales son muchas más que las reportadas en el RNPDNO. Según los datos de esta plataforma, las personas desaparecidas en ese estado eran 2,051 al 2 de diciembre del 2022:


 


Sin embargo, sus propios registros, aportados mediante solicitudes de transparencia, indican que había 14,426 denuncias al 31 de diciembre del año pasado[ii]. La falta de coincidencia entre una y otra cifra no ha sido aclarada por la Fiscalía General de ese estado[iii]. En todo caso, los datos reales de Baja California la convierten en una de las entidades con más casos de desapariciones de todo el país.

 El caso de esta entidad federativa podría no ser el único.


2. Las cifras en posesión de las autoridades de algunas entidades federativas son menores a las que existen en el RNPDNO.

 

Jalisco y Coahuila tienen denuncias por desaparición de personas que reportan en sus portales de información menores a las que existen en el RNPDNO.

En el caso Jalisco, el sitio donde informa de casos de desaparición indica que había 13,771 personas pendientes de localizar al 31 de octubre del 2022[iv]. Sin embargo, el RNPDNO indica que hay una cantidad superior: 15,040 al 2 de diciembre del 2022:


Esta diferencia era aún mayor a finales de marzo de este año, pues el RNPDNO mostraba 16 mil 222 casos. Sin embargo, en cuestión de horas, por un ajuste que no se ha explicado del todo, la cifra se redujo a 14 mil 915[v].

 Por su parte, Coahuila informa en su portal de transparencia que hay denuncias de 2,460 personas desaparecidas[vi], pero los datos del RNPDNO señalan que hay 3,660 al 2 de diciembre de 2022.



3.Falta de actualización y/o abandono de la plataforma 

Según el RNPDNO, en mayo ocurrieron en todo el país 1,917 casos de personas desaparecidas, no localizadas y localizadas, mientras que en octubre hubo 1,337 casos totales, una disminución del 43%:

 


Este descenso podría deberse a varios factores. Uno es la diferencia que suele haber entre evento y denuncia. Un número de casos no se denuncian cuando ocurre el evento de desaparición, sino hasta más tarde. Otro factor es la demora en actualizar por parte de los organismos competentes. Otra posible, aunque improbable, es la disminución de denuncias. Finalmente, se puede deber a que no se estén ingresando todos los casos que están ocurriendo por entidad federativa.

Esta última posibilidad es el caso de Jalisco. Desde finales de marzo, las autoridades competentes de esta entidad federativa no han ingresado los nuevos casos que siguen sucediendo y que sí se han reportado en su sitio local:

 

4. Diversidad de registros en la plataforma

Algunos estados están reportando un número muy alto de personas localizadas aun cuando los casos que reportan de personas desaparecidas es relativamente bajo y no parecen contar, además, con las condiciones materiales y humanas de búsqueda que avalen su éxito. La tabla siguiente muestra esta situación:

 


Yucatán reporta haber encontrado a prácticamente 19 personas por cada una que se mantiene como desaparecida, mientras que, en el extremo opuesto de la tabla, en Coahuila se localiza a una persona por cada 4 que se mantienen desaparecidas. 

Estas desigualdades podrían indicar, más que estrategias exitosas de búsqueda de algunos estados, la falta de discriminación entre casos reportados de desaparición y casos denunciados. En otras palabras, algunos estados podrían esar ingresando a la plataforma casos que no necesariamente fueron denunciados como desapariciones ante las comisiones de búsqueda o la fiscalía locales, sino reportes diversos de personsa extraviadas, muchos de los cuales se resuelven casi de inmediato y sin intervención de la autoridad.

El personal que integra las Comisiones de Búsqueda locales varía mucho por entidad federativa según mostró un reportaje reciente[vii]. Paradójicamente, algunas de las entidades que reportan una tasa muy exitosa de localización son las que tienen menos personal en esas labores. Es el caso de Yucatán y Campeche, con 1 y 3 personas, respectivamente. El gráfico siguiente, que se extrae del reportaje mencionado, muestra el conjunto de la información:

 


Esta diversidad de registros, suponiendo que mezcle denuncias y reportes, impide tener certeza sobre los datos de base que contiene el RNPDNO y con los cuales se construyen los diagnósticos por entidades federativas y las comparaciones entre ellos.

 5. Salir del ranking del oprobio 

Desde el comienzo de la actual administración federal, se comenzaron a realizar cortes periódicos en la información que iba acumulando el RNPDNO desde el 1 de diciembre del 2018. Estos cortes fueron dados a conocer públicamente hasta mediados del 2021 por la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda y el titular de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración. 

En el informe del 13 de julio de 2020 se presentó el ranking de los diez estados con más denuncias de personas desaparecidas y no localizadas entre el 1 de diciembre de 2018 y hasta esa fecha de corte (página 7) [viii]. Esa tabla la lideraba el Estado de México con 3,867 denuncias, le seguía Jalisco con 3,234, Tamaulipas con 2,119, y Veracruz con 2,075. El resto se pueden ver en la imagen:

  


El siguiente corte, apenas tres meses después, mostró un ranking que se había alterado de modo llamativo. El Estado de México ya no estaba ni siquiera entre los 10 primeros y el primer lugar lo ocupa ahora Jalisco. Guanajuato, que no figuraba en la lista anterior, ahora aparecía ocupando el segundo sitio. Tamaulipas seguía en el tercer lugar, pero su número de casos había disminuido casi por mitad: de 2,119 a 1,206 en un lapso de tan solo tres meses. Veracruz, por su parte, de tener 2,075 denuncias,  en la actualización tuvo 545. Véase la imagen siguiente:


 

En el informe del 30 de junio de 2021, Jalisco se mantenía arriba con casos al alza, Michoacán se colocaba entre los primeros lugares, casi duplicando su cifra previa. El Estado de México reaparecía en la escala, pero ahora con menos de la mitas de casos y Veracruz, finalmente, que un año antes tenía el lugar cuarto, ahora ni siquiera figuraba[ix]. Véase la página 10 de ese informe que reproducimos enseguida:

 

 

Este comportamiento atípico del Estado de México, Veracruz y Tamaulipas, por lo menos, es difícil explicarlo por el éxito en la localización de personas. Si se observa la serie, Jalisco, Ciudad de México y Nuevo León tuvieron más bien una alza de registros.

Una hipótesis que podría explicar estas diferencias es que las primeras tres entidades habrían elevado el número de casos sin año de referencia y, de ese modo, evitar que se computaran en el corte que iniciaba el 1 de diciembre del 2018. Esto parece muy probable en el caso del Estado de México y Veracruz.

 El RNPDNO reporta hoy 3 de diciembre de 2022 que existen en total 267,632 personas localizadas, desaparecidas y no localizadas, de las cuales no se conoce el año de referencia de 40,998, esto es, del 15.3 por ciento. En cuanto a las personas desaparecidas, de 108,579, casos, también del 15 por ciento no se conoce el año de referencia, esto es, de 16,086.

Ahora bien, de estas cantidades sin referencia una buena parte corresponden al Estado de México. De las 11,879 denuncias de personas desaparecidas y no localizadas que existen hoy 3 de diciembre de 2022 en esa entidad federativa, 5,126 no tienen año de registro, esto es, el 43 por ciento. El Estado de México tiene un tercio del total de los registros de personas desaparecidas y no localizadas, una distribución muy lejana a la que cabría esperar por azar. En el caso de Veracruz, se reportan 7,430 denuncias de personas desaparecidas y no localizadas, de las cuales 1,861 no tienen año de referencia, o sea, el 25 por ciento.

 

Conclusiones 

El impacto de estas anomalías en el RNPDNO es más profundo de lo que parece a simple vista. No se trata de problemas que solo tengan efecto en la confiabilidad de las cifras de aquellas entidades donde se han podido documentar, sino que se extiende al conjunto de registros. Si Baja California, por ejemplo, tiene más de 14 mil denuncias y solo ha notificado 2 mil, tan solo esta anomalía altera toda la base.

 La crisis del RNPDNO ha sido ocasionada por múltiples factores. Hay problemas de diseño y de alimentación de la plataforma, evidentemente. En fecha reciente, apareció una inserción en redes sociales firmada por varios organismos que señalan algunos de ellos[x]. Uno que me fue confiado directamente por alguien que conoce de cerca el RNPDNO, y que no aparece enlistado, es que la plataforma es incapaz de detectar y eliminar registros duplicados, algo que cabría esperar que hiciera de manera automática.

El otro gran problema fue su uso político. Los informes públicos por parte de las autoridades federales para dar cuenta del avance del problema, seguramente llevaron a las autoridades locales a idear formas para no aparecer en el ranking de los estados con mayor incidencia o salirse de él. Esto fue empobreciendo la calidad de los datos contenidos en la base. Resulta sintomático que dichos informes ya no se presentaron después del primer semestre del 2021.

 Desde luego, no debe omitirse que la crisis de la plataforma se debe, en gran medida, a la renuencia de algunos gobiernos locales a resolver el problema detrás de la estadística. En las entidades federativas en las que hay una crisis de desapariciones, la actitud ha sido en general de indolencia y esto también se aprecia en su pobre compromiso con la plataforma.

¿Qué debería hacerse? Creo que lo que resulta urgente es que la Comisión Nacional de Búsqueda informe puntualmente de todos los problemas que tiene el RNPDNO. Se debería indicar, además, los más graves en el mismo portal. De otro modo, se continuaría con el engaño de que las cifras que arroja realmente están midiendo el problema. No es así. Todas las opiniones y análisis que se basan en ella son falaces desde el comienzo y la autoridad responsable lo sabe y no lo aclara.

 Sin embargo, la verdadera solución es que la CNB reconsidere su negativa a publicar los datos abiertos que sustentan el RNPDNO y los ponga a disposición de manera inmediata. Darlos a conocer sería el camino para intentar rescatar el RNPDNO y hacerlo un aliado en el combate al delito de la desaparición de personas, no una fuente de desinformación y opacidad.

 

(*) Miembro del Comité Universitario de Análisis en Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara y profesor de sociología en la misma institución 

 

 

Notas

 



[i] Efraín Tzuc publicó el 19 de mayo de este año un análisis agregado e histórico de los problemas que ha presentado la contabilidad de desapariciones en México desde hace más de una década. Su texto “Contar para no buscar, la paradoja del registro de las desapariciones” debe ser tenido en cuenta en cualquier valoración que se haga del RNPDNO sobre todo en cuanto a sus omisiones y alcance. Lo que quisiera agregar a lo dicho por él son algunas anomalías puntuales. En  https://adondevanlosdesaparecidos.org/2022/05/19/registro-contador-despariciones-mexico/

[ii] https://desaparecerenbc.elementaddhh.org/#group2

[iii] https://www.animalpolitico.com/blog-de-elementa/desaparecer-en-baja-california-una-crisis-escondida/

[iv] https://sisovid.jalisco.gob.mx/

[v] Véase el comunicado publicado por el Comité Universitario de Análisis sobre Desaparición de Personas de la Universidad de Guadalajara, dado a conocer el 28 de marzo de 2022.

[vi]http://www.coahuilatransparente.gob.mx/BD/PublicacionesPGJE/FGEEstadisticasPersonasDesaparecidas.pdf

[vii] https://www.animalpolitico.com/2022/11/comisiones-busqueda-personas-pocos-funcionarios/

[viii] http://www.alejandroencinas.mx/home/busqueda-identificacion-y-registro-de-personas-desaparecidas/

[ix] https://www.gob.mx/cnb/es/documentos/informe-semestral-cnb-2021?state=published

[x] https://twitter.com/JTenMexico/status/1590360012270231561?s=20&t=99SrMwjZnoqExuhV8AEjfQ

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