2022, año nefasto en materia de desaparición de personas en Jalisco.
Jorge Ramírez
De los 4 años de la administración de Enrique Alfaro, 2022 fue el peor en materia de desaparición de personas en Jalisco. 2019 había sido hasta entonces el más difícil, pero tuvo el atenuante de ser el inicio de este gobierno, apenas de arranque de varias de las estructuras e instrumentos de búsqueda y, sobre todo, de conflicto abierto entre el CJNG y una escisión de sus miembros que se denomina Nueva Plaza, lo que impulsó asesinatos y desapariciones. Sin embargo, 2022 fue aún más calamitoso. Ocurrieron dos cosas que venían marcando tendencia, pero que empeoraron en estos meses: 1) más desapariciones y más denuncias; y 2) menos personas localizadas y menos víctimas identificadas de las que se han exhumado de fosas clandestinas.
Así se puede documentar con base en los datos del SISOVID, portal sobre víctimas de desaparición del Gobierno de Jalisco, el cual informa de una manera que dificulta analizar los datos que contiene, pero que puede ser de utilidad si se tiene paciencia para sortear sus trabas y rumiarlas por un tiempo para descifrar de qué están informando exactamente. Ello, desde luego, dando por descontado que los datos graficados ahí son confiables.
1. Más desapariciones y más denuncias
El SISOVID contiene una gráfica con todos los valores de año último de avistamiento de las personas que fueron denunciadas o reportadas como desaparecidas ante la FEPD y ante la COBUPEJ. No es el registro que hubo, sino de las que permanecen sin encontrar. Se supone que esa información debería cambiar cada mes, pero es probable que se esté modificando todo el tiempo y en el corte mensual solo se actualicen los totales (lo que se hace el día 10 u 11 de cada mes respecto al anterior). Entonces, los valores que aparecen en esa gráfica no corresponderían a las denuncias registradas, sino las pendientes de resolver al momento en que se hace la consulta (en mi caso, el 4 de febrero del 2022). Esto aplica también para las denuncias y reportes relativos a las personas desaparecidas por año de denuncia. Hecha esta aclaración, analicemos la siguiente gráfica que elaboré con estos datos:
La gráfica compara el total de personas denunciadas como desaparecidas o reportadas como tales según el año de desaparición (último avistamiento) con el total de denuncias/reportes según el año en que se hizo la denuncia o se levantó el reporte. Sumo las cifras de FEPD y COBUPEJ.
Al 4 de febrero de 2022 quedan pendientes de localizar 2,341 personas, de las cuales 2,013 desaparecieron ese mismo año. La diferencia entre una y otra de las cifras indicadas son denuncias/reportes que se presentaron ese año, pero en las que la desaparición ocurrió en otro año. 328 denuncias aún no resueltas se refieren a desapariciones ocurridas en algún año anterior a 2022. En 2021, la diferencia es de 247 y en 2020 181 denuncias. A partir del 2019 la diferencia se hace negativa, de -61, lo que indica que 61 denuncias posteriores a ese año señalaron al 2019 como año de ocurrencia. O dicho de otro modo: ese año se denunciaron a 61 personas desaparecidas menos de las que realmente desaparecieron y que aún no se localizan.
Algunas observaciones. Primera: salvo el 2020, las denuncias ocurridas por año de desaparición fueron a la alza entre 2021 y 2022. Esto claramente desmiente la narrativa oficial de que los casos iban descendiendo desde el 2019. Esa interpretación la sostuvieron, primero, sin percatarse del efecto pandemia en el año 2020 y porque llevaron una doble contabilidad de los registros: denuncias ante la FEPD y reportes a la COBUPEJ sin sumarlas en algún momento, como si las segundas fueran reportes de una materia distinta. Así lo hicieron durante el segundo y tercer informe del Gobernador de Jalisco rendidos en noviembre del 2020 y del 2021, respectivamente. Fue apenas en 2022 que sumaron ambos registros, como se aprecia en el informe de noviembre de ese año, quizás presionados porque las denuncias ante la FEPD subieron drásticamente y necesitaban simular su crecimiento.
Segunda observación. Al parecer, hay más interés en denunciar la desaparición de un familiar o conocido aun cuando el suceso sea de algún año anterior. Así sucedió en 328 casos denunciados en 2022. Esta cifra debe tomarse solo como un indicador de esa propensión y no como una medida exacta, pues, reitero, en todos los casos se trata de personas pendientes de localizar y no las que fueron inicialmente.
Tercera observación. Aun sin conocer la cantidad exacta, es importante que eso esté sucediendo para disminuir la cifra negra del problema. No obstantes, es casi seguro que se trata de denuncias complicadas de resolver por el tiempo transcurrido entre el suceso de la desaparición y su denuncia.
Cuarta observación. La circunstancia de que hay denuncias que se presentan con fecha diferida a la desaparición obliga a la cautela cuando se quiera sostener que el fenómeno de la desaparición va disminuyendo. El Comité sobre Desaparición Forzada de la ONU, que visitó el país en 2022, hizo precisamente esta observación ante el reporte de las autoridades mexicanas de que el número de desapariciones venía descendiendo.
La gráfica siguiente muestra un panorama más preciso de lo analizado En ella se aprecian los registros de la COBUPEJ y de la FEPD por el año en que ocurrió la desaparición y el año en que se presentó la denuncia.
Muestra también que la diferencia entre año de desaparición y año de denuncia sucede en ambos tipos de registro: las denuncias ante la FEPD y los reportes ante la COBUPEJ.
2. Menos localización y menos identificación.
Pero el año pasado no solo subieron las denuncias y reportes, y pudo haberse incrementado el número de denuncias que se presentaron entonces con año de ocurrencia distinto, sino que cayó el número de personas que se localizaron respecto a años previos.
La gráfica siguiente muestra la tendencia de personas localizadas vs las personas pendientes de localizar.
Igual se puede observar respecto a la caída en la identificación de personas que han sido halladas en sitios de inhumación clandestina, un dato que la misma FEPD informó puntualmente en su portal. Por haber sido ya comentado y cubierto periodísticamente no vale la pena reiterar lo dicho aquí.
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